Santa
Marina
Casi no hay datos de la historia de Marina y los que hay son
confusos y muy distintos entre ellos. Con dudas para algunos Papas como Gelasio
I de que existiera realmente la leyenda de la Santa, pero aceptada aun así en
la lista de Santos y Mártires.
La historia de Santa Marina y Santa Margarita se
fusionan en una sola, la iglesia Ortodoxa la nombra como Marina y
posteriormente la Católica la reconoce como Margarita.
Nacida en Antioquía de Pisidia, actual Turquía sobre el 255-275.
La madre murió en el parto y su padre sacerdote de Dioses Romanos, reniega de
ella cuando se entera de que ha sido convertida al Cristianismo por su ama
cuidadora que era católica.
Expulsada de su casa, Marina se dedica al pastoreo
de corderos y en uno de sus paseos conoce Olibrio, el gobernador de Antioquía,
el cual se enamora de ella.
Al Marina negarse a ofrecer sacrificios a los
Dioses del pueblo romano y rechazar la propuesta de matrimonio, es encarcelada.
La historia cuenta que en el calabozo fue asaltada por un demonio
con forma de dragón pero ella lo venció mostrándole una cruz. Otras versiones
dicen que el dragón la engulló pero ella salió abriéndose paso desde dentro con
un cuchillo mientras que en la versión oriental tiene forma de diablillo negro.
En lo que coinciden ambas historias es que el dragón la engulle y vomita siendo
considerada así patrona de las madres parturientas.
Después de utilizar brutales técnicas de tortura en público para
así avergonzarla, murió decapitada mientras rezaba de rodillas.
Santa Margarita es reconocida por ser Patrona de las madres e invocada
en los partos para proteger tanto a la madre como al hijo.
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